La brevedad como valor intrínseco en la obra borgiana (Influencia del “formato revista” en su obra)

Aron Bañuelos

Borges es universal. Ésta afirmación puede estar a media distancia entre lo subjetivo y lo objetivo, aunque, al ser un hecho más bien dependiente de los parámetros individuales que cada lector de la obra borgiana tenga, es evidentemente una afirmación mayoritariamente subjetiva. Esto no pasa de igual manera cuando hablamos de la brevedad en la obra borgiana y nos referimos a ella como una cualidad intrínseca de su obra total. Si bien, Borges fue un escritor muy prolífico y construyó una obra titánica, es menester recordar que ese proyecto literario está compuesto por innumerables piezas minúsculas (en su extensión) que bien podrían contener el universo en cada una de ellas.

Este texto está dedicado a la influencia que tuvo el formato de las revistas literarias en el joven Borges y cómo ayudaron al autor a encontrar una fórmula que contuviera el todo y, al mismo tiempo, pudiera ser leída en una única sesión de lectura. Vamos a enfocarnos principalmente en la primera revista literaria en las que participa Borges como director: la revista literaria PRISMA.

La revista PRISMA fue pensada y creada por Jorge Luis Borges en 1921 y, aunque solo existió en dos incomprendidos números, es un documento histórico sobre el autor argentino ya que logra evidenciar la tendencia y preferencia del autor hacia la brevedad de los textos que producía. La revista consta de una sola hoja en la que se encierra todo el contenido de la publicación y en la que está condensada todas las ideas de dicho número.

Es decir, la brevedad juega aquí un papel fundamental en la revista porque logra conglomerar un todo en la brevedad de una sola mirada del espectador, tal y como lo veríamos reflejado posteriormente en uno de sus cuentos más afamados: El Aleph. Aquí Borges está sembrando las semillas que terminarían germinando en los años cuarenta y que lo llevarían a lo más alto de la literatura universal.

La labor del editor de la revista PRISMA es muy parecida a la del cuentista, pues en palabras del propio Borges, la intención de la revista era “la reducción de la lírica a su elemento primordial: la metáfora”, “la tachadura de las frases medianeras, los nexos y los adjetivos inútiles” y “la síntesis de dos o más imágenes en una, que ensancha de ese modo su facultad de sugerencia”.

Con ésta declaración de propósito, Borges crea un vínculo entre su labor como editor y la que desarrolló como cuentista; en ambas se debe pretender alcanzar la síntesis de una idea en la menor extensión posible porque tanto la revista que consta de una sola hoja, como un cuento, deben prescindir del inagotable ripio que padecen géneros como el de la novela.

Esto debe ser así porque en los formatos de corta extensión no hay cabida para las largas descripciones tanto de los personajes como del entorno en que se desenvuelven, tampoco hay cabida a un largo número de ideas o personajes porque la intensión de la brevedad es descifrar una idea concisa con la mayor precisión y síntesis posible.

Así pues, Borges crea una “revista mural” que pegaría por todo Buenos Aires con la intención de ser un espejo de la totalidad ante el ojo del lector bonaerense y que le sirve como ejercicio de síntesis y creación de brevedades que contengan la esencia de una idea concreta; algo que lograríamos ver más adelante en su obra cuentística.

Bibliografía:

• Jorge Luis Borges. PRISMA. 1921. https://ahira.com.ar/ejemplares/prisma-1/

• Emilio Ravignani. Revistas > PRISMA. ahiRA. Archivo Histórico de Revistas Argentinas. https://ahira.com.ar/revistas/prisma/. Fecha de acceso 04/03/2023.

ALV